Los rigatoni son un producto típico de Italia. Una pasta corta de sémola de grano duro parecida a los macarrones, que se distingue por el estriado horizontal, obtenido mediante trefilado al bronce, que surca la pasta y la hace particularmente idónea para casar bien con las salsas.
Amados y apreciados en todo el mundo, los rigatoni satisfacen el paladar y sientan bien incluso a nivel anímico.
En efecto, gracias al almidón, la pasta ayuda a liberar la glucosa y a estimular la síntesis de la serotonina, conocida como la hormona del buen humor.
Rigatoni en la cocina
Los rigatoni son un clásico de la cultura gastronómica de Roma. Entre las recetas más conocidas, los Rigatoni a la Amatriciana, todo un clásico de la cocina romana apreciado también por los paladares más refinados.
En la receta original: carrillos de cerdo, cebolla, salsa de tomate, sal, pimienta, aceite de oliva virgen extra y Pecorino Romano.
Pero para un buen plato de rigatoni no se necesitan tantos ingredientes. ¡Eso es lo bonito de la pasta! Para resaltar su sabor solo hace falta tomate, albahaca, una cebolla o unos dientes de ajo, según los gustos.