Con la llegada de la primavera, los campos comienzan a llenarse de fragantes hortalizas y colores vivos y brillantes. El cuerpo necesita alimentos ligeros y nutritivos... ¡pero también hay que deleitar a la vista!
Estos son algunos consejos muy sencillos para llevar a la mesa los colores y aromas de la temporada, sin renunciar a la autenticidad y el sabor.
¿Cómo preparar la cena perfecta de primavera?
En primavera disponemos de una gran variedad de verduras frescas, ricas en vitaminas y nutrientes.
Los rábanos, las zanahorias y el hinojo son excelentes en crudo y mejoran la absorción de nutrientes, favoreciendo la digestión. ¿Por qué no ponerlos en la mesa como aperitivo para comer antes de la comida? ¡Contribuirán a dar un toque de color!
Las alcachofas y los espárragos son ricos en vitaminas y antioxidantes y, además, son muy versátiles: pueden consumirse tanto cocidos como crudos, o convertirse en protagonistas de tus recetas. ¿Sabías que existen diferentes variedades de espárragos? ¡Hay verdes, blancos o violetas!
Las legumbres frescas, especialmente los guisantes y las habas, que tienen un alto contenido de proteínas y un bajo contenido de grasas, son perfectas para sopas y ensaladas.
Las técnicas de cocción
Una forma estupenda de cocinar las verduras y las legumbres sin que pierdan sus propiedades nutritivas es cocerlas al vapor (¡luego también puedes reutilizar el agua de cocción para aromatizar tus platos!), o escaldarlas unos minutos antes de ponerlas en la sartén: ¡así conservarán toda su consistencia crujiente!
Para resaltar los colores característicos de los alimentos, se recomienda añadir un poco de sal al cocinarlos, y enfriarlos inmediatamente después.
¿Te apetece una comida ligera y auténtica?
Las cremas y las sopas son la solución ideal y, si estás cansado de los platos calientes, también puedes disfrutarlas tibias o frías. ¿Cómo hacerlas aún más coloridas? Añadiendo un poco de tomate, por ejemplo, o utilizando sólo ingredientes verdes, como calabacines, guisantes, espinacas y acelga.
¡Pero no nos olvidemos de la fruta!
La primavera es la estación de las fresas y los kiwis, pero también de piñas y toronjas. Entonces, ¿por qué no preparar una buena ensalada combinando frutas y verduras, en una mezcla de colores vivos que alegre la mesa?
Ya sea como guarnición o como plato principal, da rienda suelta a tu imaginación combinando los sabores que prefieras, añade un toque de rojo con tomates o fresas, y aderézalo con un chorrito de aceite y un poco de limón.
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